
"Érase una vez un lobo que vivía en lo alto de una montaña. No era pequeño ni tampoco especialmente grande, pero esto no significa que no fuera malo. Y una noche se comió a un niño... y también se comió a una niña...
Así comienza este cuento de Grégoire Solotareff, editado por Corimbo, año 2002.
Uno de los cuentos de lobos que pueden asustar de verdad. Incluye una máscara como la que aparece en la foto.
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